|     Para trazar un triángulo equilátero  inscripto en un círculo, manteniendo el radio (abertura del compás)  empleado para trazar el círculo, se determina un punto de la  circunferencia (preferiblemente en la vertical inferior de su centro), y  centrando en ese punto se traza un arco con extremos en la  circunsferencia. Los puntos de  intersección (A y B) determinan un lado del triángulo equilátero; por lo  cual tomando la medida de ese segmento con el compás y trasladándola  sobre la parte superior de la circunferencia, se determinará el vértice  (C) de unión de los otros dos lados.  | 
    |     Para trazar un cuadrado  inscripto en un círculo, se traza una recta que pasando por el centro  llegue a la circunsferencia en sus extremos (diámetro AB). Con una abertura del  compás mayor a la empleada para trazar el círculo, centrando en los  puntos extremos del diámetro, se marcan puntos en la circunferencia; lo  que determinará dos nuevos puntos (C y D). Uniéndolos mediante una  recta, resultará un nuevo diámetro perpendicular al anterior; cuyos  puntos de contacto con la circunferencia serán los vértices del cuadrado  inscripto.  Como el cuadrado  inscripto queda en posición transversal, puede trazarse otro con los  lados en posición horizontal y vertical, simplemente trazando las  medianas del cuadrado anterior, para determinar los vértices A', B', C' y  D', de un nuevo cuadrado inscripto en el mismo círculo.  | 
   |   Para trazar un hexágono  inscripto en un círculo, se fija un punto sobre la circunferencia, y  con la misma abertura del compás, se marcan puntos haciendo centro  primero en ese punto y luego sucesivamente en los nuevos puntos. Ello determinará que se marquen sobre la circunferencia los seis puntos que corresponden a los vértices del hexágono.  | 

  
  
 
